Fotografía de post boda | Love aus Alicante
Bodaclassic es un portal de fotógrafos muy útil. Contiene muchísima información sobre empresas y autónomos que, como nosotros, se dedican a la fotografía de bodas. Pero además, de vez en cuando, organizan sorteos y otras cosas divertidas o interesantes. Y que conste que esto no es publicidad, sino el inicio de esta historia.
Hace muchos años que nos conocíamos, pero la vida te envuelve, te trae, te lleva y te arrastra de aquí para allá. Como la marea a las medusas, aquellas que no ofrecen resistencia o como a los meros, los que tiran del anzuelo con toda su fuerza. Todo es una lucha constante contra el tiempo y las coyunturas. Pero también hace años que las mil razones de vivir no nos mezclaron más de una vez o dos al año, como mucho. En las visitas a Alicante, esporádicas, coincidíamos. Sólo de vez en cuando. Ese ir y venir, esa presencia intermitente, convierte a los amigos en conocidos y a los conocidos en amigos tangenciales. Y así se va construyendo la vida. Pero un día resulta que a uno se le ocurre hacer un sorteo y ese sorteo provoca una coincidencia. Y muchos años después de encuentros fortuitos, de amigos comunes y de conocerte casi de oídas, la marea te estrella contra la misma roca: Bodaclassic.
Marisa participó en el sorteo que Bodaclassic organizó para parejas casadas o sin casar. Y resulta que de entre todas las parejas y todos los fotógrafos, ellos y nosotros. Ellos, que se acababan de casar, querían un reportaje de postboda. Con vestido y todo. Les apetecía empezar por su barrio, un viejo barrio de Alicante de inconfundible aroma mediterráneo, seguir en la azotea de su casa, sobre la vieja ciudad húmeda y destartalada. Y acabar ya de noche, iluminados por el rótulo que construyeron ellos mismos para su boda. Nosotros, contentos porque la pareja brilla en estas fotos con intensidad parecida a la luz que irradia el rótulo, en su sentido más amplio.
Y al final, después de tanto tiempo de intermitencias, dejas de ser tangencial. La marea decide ligarte hasta el punto de ofrecer un interés común y un objetivo compartido. Y cuando visites Twelve Oh! Clock o The first time, sabrás que ellos, como nosotros, son de los que tiran del anzuelo.