Más allá de la cámara, de la técnica, de la composición, del color o de la perspectiva, está la gente que es retratada. Aquellas personas que confían en tu mirada, en tu forma de verles y que, por unas horas, te dejan entrar en su mundo. Todos ellos se desnudan delante de tu objetivo, sin necesidad de quitarse la ropa, ya que a todos nos cuesta ponernos delante de una cámara y comportarnos tal y como somos.

Merce y Quique, “9 meses”, volvieron a confiar en nuestra mirada para dar la bienvenida a su segundo hijo, Quique. Esta vez para darle la bienvenida también estaba Paula de dos años, que ahora, pasará a tener el importante papel de ser la hermana mayor y por tanto un referente para su hermano pequeño.

Ellos tenían muy claro el entorno que querían para la sesión: luz, color y naturaleza. Por ello no fuimos hasta El Lago de la Albufera de Anna situado en la comarca del Canal de Navarrés. Un lugar que no nos defraudó a ninguno, pues allí pudimos disfrutar una maravillosa tarde de primavera.

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